El Mono, que no continuará en el Atlético, recibió el cariño de club, jugadores y cuerpo técnico en su último partido en casa.
Antes del comienzo del encuentro, el Atlético de Madrid homenajeó a Germán Burgos, en el que iba a ser su último partido (en esta segunda etapa en el club) en el Metropolitano. Aún falta la Champions, pero esta era la última vez que pisaba el feudo colchonero como segundo entrenador.
Faltaba la afición, esa que tanto quiere al argentino, pero eso no evitó que el Mono se emocionase con el reconocimiento. Los jugadores le hicieron un pasillo y después se proyectó un video en los videomarcadores, con un lema: “Gracias, Germán”.
Los futbolistas de Atlético y Real aplaudían a Burgos, mientras Enrqiue Cerezo, presidente rojiblanco, le entregaba una placa y Koke, capitán, una camiseta firmada por toda la plantilla. También miraba y aplaudía emocionado el Cholo.
Fue corto, pero sentido el homenaje. Burgos, que se toma esto como un ‘hasta luego’, pues quiere entrenar al Atlético como primer espada algún día, desea despedirse con la Champions. Lo dijo en público. Y no cejará en su empeño para conseguirlo.